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La ciencia
Este espacio es para llenarlo
con sus moléculas celestes,
o estallar bombas
sin efectos secundarios.
Un saltar a su precipicio,
sin retorno.
Su mirada sigue
las honduras de mi piel,
de mis lunares:
constelaciones nacen.
El todo desemboca
en la química de su cuerpo,
en la reacción exotérmica
de mis sentidos sobre los suyos.
Nuestros alientos
delinean dragones, y,
a veces,
la eternidad asoma,
celosa,
al portal atemporal de su mirada.
Nathalie Crum
Bacterias sobre el reloj
Constreñidas por el tiempo
esperan
una plasticidad cautiva,
un baño de calor que las reactive,
rieles donde pasen trenes
y se lleven sus microproblemas.
Su redondez
augura enfermedad
y condensa
la corriente limpia de los bombillos.
[Mientras tanto, los días
dan vueltas en la secadora de ropa,
remojados en agua para cortar la mugre].
El golpe seco en el vidrio,
un atisbo de nada,
vorágines con infinitos flagelos
[Es la orquesta de una revolución
no verbal
llamando a mi ventana].
Miedo de caballos
Sin vestiduras quedó la gata,
el capullo no floreció en su torre.
Tiene miedo
de que los ciegos limosneros
le roben su poco polvo.
Honda la ojera de su ojo,
eterno el vacío de la fosa
que con brazos abiertos
la está esperando.
Quisiera volver
en un retorno de fénix
desde sus toses,
desde sus trazos.
Quisiera un único golpe…
pero ella es solo un eqqus,
y los eqqus
solo se queman
una vez…
Retorno
Ciegos eqqus me embisten
con su envilecido trote eterno,
(desde su negro capullo).
Fénix, o gatas,
se levantan como extranjeros
de los carbones.
Huele a misterio:
honda es la tumba
donde nos yacen los polvos;
crematorios de un género
que nos encierra.
Las llagas supuran su asco,
única torre horizontal,
vacío de precipicio.
¡Mirad!:
mis vestiduras fúnebres
me llaman desde la percha.
Retorno a espera de su sombra.
Textos del Ejecicio 2