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Ocho poemas de Abel Santos*

ENTRE LÍNEAS


El silbido del viento, el goteo del agua,
y el cuarto amarillento en el que la muerte avanza.

 

MICHEL HOUELLEBCQ

 


Entre líneas
dedicas mucho tiempo a tomar cocaína o a buscarla
entre líneas
olvidas ser un poeta limpio allá donde llegases
entre líneas
empiezas a tener deudas para poder pagarla
entre líneas
también se va haciendo polvo el corazón de tu madre
entre líneas
cumpliste treinta sin probar bocado del pastel de tus
                                                                                   [deseos
entre líneas
te ataron las correas en el amanecer más abstracto
entre líneas
empiezas tarde a tenerle respeto al infierno
entre líneas
estrechaste el perdón de los tuyos hasta casi asfixiarlo
entre líneas
dejaste copa a copa de ser un agraciado perdedor
entre líneas
níveas muchachas se entregan y tú eyaculas solo en
                                                                                 [la oscuridad
entre líneas
intentas saciarte con otro mal trago de mal sabor
entre líneas
es con el del espejo con quien te tienes que alinear
entre líneas
bufarás como un toro enajenado para no tener bajones
entre líneas
tu camello sonríe entre una cascada de billetes de 50
entre líneas
decides no tomar sólo si te sangra la nariz a borbotones
entre líneas
tu voluntad se amarga por mucho que endulces la
                                                                                   [absenta
entre líneas
tu pasado desequilibra al corazón en la balanza
entre líneas
piensa
porque está sucediendo lo más serio: vivir
piensa
será como perder la esperanza
porque ésta ya habrá encontrado
un ejemplo de peso a seguir.

 


El lado opuesto al viento,
Parnass Ediciones, Barcelona, 2010

 


EL BOXEADOR


Ni cuando venías aporreando puertas
de madrugada,


desentrenado por gastarte
todo el dinero
en vino,


ni cuando ciego te retiraste a quitarte los guantes
vencido,


contando 15 asaltos
o 15 días
con la luz cortada.


Ni cuando los errores te redujeron
a ser el sparring
del sinsentido,


a ti,
que dejaste fuera de combate
a más de 30
con prometedora rabia.


Ni cuando prometías a madre
no tirar nunca
la toalla,


y madre lleva
10 años,


20 años,

con el mismo abrigo.


Y cuando mis noches se bañaron
en alcohol y
delirio,
tampoco viste claro en mí
el reflejo de
tu casta.


Nunca se te vio tan derrotado
llegar a casa
como cuando en el sanatorio
me dieron asilo.


Nunca me faltaron
épocas de
crisis
contigo,


y tampoco te faltaron desde aquél día las
lágrimas.


Sólo fueron dos semanas,
padre,
dos semanas,


para vencer, juntos, al peso pesado
del tiempo perdido.


De Todo descansa en la superficie,
Ediciones Vitruvio, Madrid, 2013

 

 

 

BLUES FOR MYSELF

 


¿Cuando tanto he sufrido
quién estuvo
ahí?


¿Quién fue?
Yo.


¿Por qué?


Porque el destino
me hizo
así.


No me alegro
de lo que mi propio destino
me deparó.


Pero
aquí
estoy
yo,
para luchar y
entregarme
a él,
una lucha
a la que me enfrento
día
a
día
sin cuartel.


Cuando Tete Montoliu
tocaba en su piano ciego
Blues for myself
las sombras
se rompían por dentro
y sonreía el sol.


¿Quién podrá más,
el ocaso
o el amanecer?
Aquí
estoy
yo.


Estoy yo.


Yo.

Al alzarse.
Al caer.

 

De Huelga Decir,
64 poemas sobre una crisis.

Boria Ediciones, Murcia, 2019.

 

 


SALUD MENTAL

 


Estaba llorando
un hombre fuerte interno como yo
en Benito Menni
en el pabellón H de urgencias


me senté junto a él y creí
como casi todos
que el motivo de su ansiedad y de su pena
era no poder salir a la ciudad
para desenterrar
su hacha de guerra


pero no tenía donde ir
y le daban
a la mañana siguiente
el alta
por la fuerza


ni están todos los que son
ni son todos los que están


ese hombre bien sabía
lo que hay
ahí fuera.


De Las lágrimas de Chet Baker
caen a piscinas doradas,
Chamán Ediciones, 2016; 2ª edición 2017]
19 de octubre de 2016

 

 


UNA ÉPOCA GENEROSA

 


El sol,
de nuestra primera casa de alquiler,
llena de paz el sótano de mi corazón
y todos los sueños
que ahí dentro, en su refugio contra la desgracia,
han vivido siempre contigo.


Es octubre,
pero esta primavera imbatible
que me trae cada uno de tus besos
no tiene prisa por marzo.


Cada noche cerrada es un buen trato
que amanece de nuevo.


Desde esta luz,
éxito, fortuna, placeres de vividor,
todo lo que pudo haber sido
de aquella manera distinta
a la que Dios hoy en el tiempo me regala,
son pasos en falso, faroles apagados
en una calle oscura.
                            Ahora,
cuando miro las tentaciones de la ciudad,
de la gran ciudad,
las engaño a todas
con mi maravillosa mujer.


Y es que hay cosas
que no hace falta encontrar
porque ya se tienen.


Lo mismo
que si yo buscara en tu rostro
un reflejo de generosa vida
en el lado bueno de la vida.


De El camino de Angi, Un diario en verso.
Poémame Editorial, Valencia, 2020
6 de noviembre 2019

 


CAFÉ RECIÉN HECHO

 


Me gusta el poeta que ahora eres,
el hombre en el que te has convertido.
Lo dice todo el mundo:
―Se nota que tu mujer y tú
sois los dos escritores de culto.
Tenéis una habitación
con varias estanterías repletas de libros,
las mejores voces de la poesía,
una lámpara de suave luz
y una butaca junto al balcón.
Todo esto irá fuera...
Es lo que contesto. Y sonrío.
Aquí estará la habitación de mi hijo.
Pondremos
todas estas hermosas palabras
―amor, libertad, sueños―
de nuevo
a funcionar.


De El camino de Angi, Un diario en verso.
Poémame Editorial, Valencia, julio de 2020.

 

 


NUNCA DEL TODO

 

La estupidez insiste siempre,
uno se daría cuenta de ello
si no pensara siempre en uno mismo.

 

ALBERT CAMUS


Todavía no sé por qué me hice poeta
cuando recobro el sentido cada mañana y la ciudad
contiene la respiración bajo la epidemia.


Y no puedo dejar de preguntarme
para que se dedica uno a la poesía, a la educación
                                                                       [sentimental
de los ciudadanos del mundo
―vuestro mundo tan moderno e intuitivo―,
y no sé para qué hay genios
que observan las estrellas del espacio infinito,
el agua, los átomos, las sílabas, las bacterias,
el imperativo categórico
de quien se permite filosofar,
si luego vienes tú, inútil, pelmazo,
a darnos vergüenza ajena una vez más,
a cortarte las uñas, por ejemplo, en el vagón donde
                                                                                [persigo
la dignidad de mis horarios;
tú, siempre nocturno, pero nunca del todo la noche,
tú, siempre brillante, y en cambio,
luz nunca es del todo en el vacío tu nombre.
Todavía no sé por qué me hice poeta
cuando ya he descansado, pero no consigo
                                                                   [despertar,
después de 43 años de cuarentena.


Yo tan sólo sé
―como dijo entre arena y espuma el profeta―
que mis más bellos ropajes
fueron tejidos por otro,
que el alimento más sabroso
y la cama más cómoda
que me pueden ofrecer
están en la casa y en la mesa
de otra persona. 


Por tanto os digo: ―¿Cómo puedes separar
tu ser interior de los demás?


Quizás soy el hombre más pobre que hay aquí,
pero tengo la sospecha
de que existe algo más,
y con ello ya gano todas las riquezas
necesarias para vivir.


De Todo el día la noche, inédito.

 


LA DELICADEZA

 

 


Mi madre dio a luz
a mi hermano mayor a los 15 años.
Le dediqué un poema, el mejor poema
de mi primer libro,
donde yo buscaba la esencia de las cosas,
más allá de glorias o fortunas.
Ahora que soy padre
y asistí al parto de mi hijo
y vi a mi mujer más hermosa que nunca
―como cuando en nuestra primera cita
la tomé de la mano―,
la palabra madre se la dedico a ella,
porque aunque es más joven que yo
es una mujer por derecho,
lo único necesario,
lúcido e importante, en el encierro
de toda esta pandemia.

 


De Todo el día la noche, inédito

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*Abel Santos  (Barcelona, 1976). De formación autodidacta, él mismo ha bautizado su poética de Realismo Bastardo, que bebe tanto del mundo real como del mundo poético o más introspectivo, sin una clara escuela o movimiento literario como padre definido. Ha publicado los libros de poesía Esencia (1998), El lado opuesto al viento (2010), Todo descansa en la superficie (2013), Jass (2016), Las lágrimas de Chet Baker caen a piscinas doradas (2016, 2ª edición 2017), Huelga Decir (2019), y su Antología Poética 1998-2014 Demasiado jovenpara el blues (2014). En homenaje a su familia por todas las adversidades pasadas, en 2015 coordina la antologíade varios autores La casa de los corazones rotos, donde reúne a 23 poetas que admira y que conformaron a lo largo de los años su universo de lecturas. Tras 12 años metido en drogas y alcohol, Abel Santos nos hablaba en sus anteriores poemarios del peligro de traspasar ciertos límites. En El camino de Angi, el autor nos entrega su historia de amor en un diario en verso libre, mostrando en los poemas que componen este cambio de vida y de obra su lado más intimista, dulce y sorprendentemente romántico. Ha colaborado en numerosas asociaciones, tertulias y revistas y participado en un buen número de libros tanto de poesía como de narrativa.


En 2011 fue encargado de prensa y relaciones públicas del I Festival de Poesía y Microrrelato: Vilapoética, de la ciudad de Viladecans, que reunió a más de 300 autores de diversas zonas geográficas de España y el extranjero. En 2014, al ver que algunos amantes de su poesía no podían permitirse comprar sus poemarios publicados, crea el Premio de Poesía On Line Realismo Bastardo, que cuenta con el soporte de la Revista Digital de Poesía Poémame. En 2018 gana el II Premio de Poesía “Perfecto Esperpento” Contra el Estigma en Salud Mental.


Algunos de sus poemas han sido traducidos al árabe, al árabe egipcio y al inglés. Desde 2010 administra su blog de poesía: Demasiado joven para el blues www.abelsantospoesia.blogspot.com

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