UNKNOW TRACK 001

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001.

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Palpo el borde del huracán,

para saltar en mí pecho.

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002.

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Trato de trepar por el siseo de dios,

pero mis plegarias plagadas de semillas huecas

no habrán de brotar de mis manos estériles.

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003.

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Aunque surja de la niebla tu abrazo vivo

temo que la muerte descubra tu voz.

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004.

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Traje de la ribera de la palabra

mi tiesto florecido de peces vulgares.

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005.

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No podría soportar tu roce florecido

en el campo de mis entrañas baldías.

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006.

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El día es la antítesis de mis sueños.

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007.

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No soy  yo el que te toca, el que te ve.

Aunque te toque, aunque te vea.

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008.

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Soy un niño

que llora al ver un pájaro muerto.

 

Intento ser un hombre

que mata pájaros para hacer llorar a los niños.

 

La inocencia  llega en olas de vidrios rotos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 √441

Mamá sabe bien.

perdí una batalla.

                         Soda Stereo

 

Si aún en este mes que supura cadáveres,

husos horarios

 y gorgojos famélicos,

no he lanzado una piedra

hacia las aves negras de mi niñez

es porque aún tengo en los bolsillos

migajas de pan materno.

 

Y no es que mi piano límbico

de minúsculos inviernos

no sepa tocar

el tormentoso himno del blues,

sino que mis débiles brazos

aún masturban el ratatá de un grunge borderline

que no entiendo.  

 

Pero no podría esperar más tiempo

balanceando mis talones

frente a la estación de mi país:

 huérfano de locomotoras.

 

Tendría que reconocer el otoño

ya no en postales parisinas,

sino en la viva imagen de un viejo alcohólico

que alza banderas blancuzcas

entre el humo de sus ojos.

 

 

Detrás de una botella,

ladra afónico un perro doméstico,

la madrugada derrama rabia en las carreteras interminables,

las aves suben a buscar la primavera,

un sonido monótono desaparece detrás del telón

un viejo muere con la guerra entre las sienes, 

y un niño baja a buscar su globo a las vías del tren.